viernes, 12 de junio de 2009

"EL LIBRO INCONCLUSO"

"El libro inconcluso"
La parashá de Behaalotejá contiene un estilo único en la Torá: dos versículos cerrados, como entre corchetes, por letras escritas en todo rollo de Torá en forma invertida de cada lado. Las letras que están invertidas son dos "nun" y la impresión que ellas dejan es que estos versículos están escritos entre paréntesis.
"[Y cuando se desplazaba el Arca, Moshé decía: Levántate, D'os! Que se dispersen tus adversarios, y los que Te odian que huyan de ante Ti. Y cuando el Arca se posaba decía: Retorna D'os a las miríadas de miles de Israel!]" (10:35-36).
El Talmud y el Midrash dan una explicación para este fenómeno:
"Esta sección tiene señales arriba y abajo para informarte que este no su lugar apropiado" (Shabat 115b-116a).
De acuerdo al Talmud, estos versículos son en verdad parentéticos, puesto que fueron sacados del contexto correcto y puestos aquí. Generalmente, nosotros encontramos diferentes opiniones entre los distintos comentaristas del Jumash respecto de la correcta secuencia de los eventos escritos en la Torá (o la pregunta más básica es si hay siquiera una secuencia). Sea lo que sea, aún de acuerdo a la opinión que dice que la Torá no escribió los eventos siguiendo una secuencia, es curioso que específicamente en este caso la Torá misma puso una marca para indicar la "enmendación".
Sin embargo, el Talmud agrega otro detalle:
"Nuestros Rabinos enseñaron: 'y fue cuando el Arca viajaba que Moshé dijo, [etc.]': para esta sección D'os, dió señales arriba y abajo, para enseñar que este no es su lugar. Rabí dijo: nos es por eso, sino porque es un libro separado. Rabí Shemuel ben Najmani, en nombre de Rabí Ionatán estuvo de acuerdo: "ella [la sabiduría] ha cortado sus siete pilares": esto se refiere a los siete Libros de la Torá" (Shabat 115b).
Los siete "pilares de sabiduría" en el libro de Mishlé se refiere a los siete libros de la Torá. Esta referencia presenta una dificultad para aquellos de nosotros que conocemos sólo cinco libros de la Torá (y es por eso que se lo llama Jumash - de la palabra jamesh (cinco)). El Midrash pregunta:
"¿No hay cinco [libros de la Torá]?" (Bereshit Rabá 64:8).
Esto corresponde a Números, el cual completa los siete libros de la Ley. ¿Pero seguro que hay sólo cinco? La razón para esta declaración es que Bar Kapará contó la sección de Números desde el comienzo hasta 'cuando el Arca viajaba' (Números 10:35) como un libro, y 'Cuando el Arca viajaba' y el versículo siguiente como un libro separado. Y del final de esa sección hasta el final del libro de Números, como otro libro separado" (Midrash Rabá Génesis 64:8).
El Midrash explica que hay, en verdad, siete libros: 1. Bereshit, 2. Shemot, 3. Vaikrá, 4.Bamidbar hasta estos dos versículos (sin incluirlos), 5. Estos dos versículos, 6. El resto de Bamidvar, 7. Devarim. Decir que el libro de Bamidvar se puede dividir en dos partes es entendible - aún si perdemos la fórmula de los familiares "cinco libros" en el proceso. Pero ¿cómo es que dos versículos aislados pueden conformar un libro por sí mismos? Debemos señalar que la idea que opina que estos dos versículos forman un libro separado no es singular. La Mishná en Iadaim la cual trata sobre la santidad ritual de las Escrituras enseña:
"Un rollo en el cual la escritura se ha borrado y 85 letras quedaron, tantas como hay en la sección que comienza: 'Cuando el Arca viajaba…' deja las manos impuras" (Iadaim 3:5).
La sección de Shabat citada anteriormente, la cual presenta la idea de los siete libros, fue la continuación de la pregunta halájica con la cual el Talmud se enfrenta, nombrando el tipo de escritura que puede ser salvada en caso de un incendio que ocurra en Shabat. En ese caso, así como en el tema de la santidad ritual de las Escrituras, la conclusión es que el mínimo requerido para ser considerado un "libro" son 85 letras.
Entonces, nosotros vemos que estos dos versículos son considerados para algunos temas legales como un libro. Nuestro entendimiento de que hay sólo Cinco libros de Moshé es de alguna manera inquietante. Para entender este fenómeno, debemos mirar más de cerca al contexto en el cual estos dos versículos aparecen. Al comenzar a leer la parashá de Behaalotejá vemos que los hijos de Israel están casi llegando a la meta, a la tierra Prometida. La Torá ha sido recibida, el Mishkán ha sido construido e inaugurado, todo parece estar en su lugar para la marcha gloriosa.

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